💘Lo que aprendí usando Tinder: El senderista II
dejarse llevar 🍃, intuición 🧭 y moralejas anunciadas 🧙🏼♀️, así podríamos llamar tb a esta historia 🤔 Si el jueves pasado te quedaste con la intriga, lo prometido es deuda: te invito a leer 🙃
Esta serie empezaba con una reflexión ¿existe un solo tipo de amor? 💖💕✨
¿Qué me llevó a adentrarme en este sarao? 😅
Puedes leer los anteriores capítulos
➡️✨💘 aquí 💘✨⬅️
Acompáñame en mi primera serie de substack 💖 🙃
Espero que os guste , os entretenga y sirva al debate 🎇❤️·🍿😉·🗣️📢
🗒️Nota previa:
Con lo que me quedo de los resultados de esta encuesta es… que soy una valiente o una temeraria, prefiero pensar “valiente” jaja (por aquello de la PNL 🙃)
Y con que, el tipo daba más miedo de lo que, en un inicio, parecía a simple vista…
🗒️Nota post - previa:
Si no leíste la primera parte, puedes hacerlo aquí, porque si no, ¡no va a ser lo mismo! Ya has visto los resultados de la encuesta…
¡Corre! ¡léela hasta el final! y luego vienes a leer qué pasó, en realidad… -o no, ya sabes… el disclaimer 😉-.
🪅La historieta:
Parte II: el chihuahua y el dogo
No sé que contestarías a la pregunta de la primera parte de esta historia, pero, si recuerdas,… nos quedamos al borde de ese barranco, aparentemente, lejos de miradas indiscretas que pudieran haber impedido un fatal desenlace…
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¿Preparados para la respuesta?
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¿Preparados, preparados, de verdad?
El caso es que sigo viva y contándolo…
Vale, ¿eso ha sido un sí?
🧐🧐🧐🧐🧐
Vale, ya lo cuento. En serio 🙃
Sólo…
Un pequeño redoble de tambores… 🙃
🥁🥁🥁🥁🥁🥁🥁🥁🥁🥁🥁🥁🥁🥁🥁🥁🥁
Ya paro…
🙃🙃🙃🙃🙃🙃🙃
Pues bien…
Mi respuesta a la posibilidad de que me pudiera empujar por un barranco -bastante alto, por cierto- sin que se enterara nadie, fue:
— Tienes razón, pero recuerda que hago boxeo y que mis patadas van a la cabeza, jaja -no era un jaja de verdad, lo reconozco 😅- quizá te lo pondría difícil.
A veces, soy más chula que un ocho1 🤣🤣🤣
🗒️ Esto es como cuando un chihuahua se enfrenta a un dogo, que el dogo se queda mirándolo en plan ¿en serio? 🤔
No todo van a ser luces, queridos lectores, también tengo mis sombras...
— ¿En serio me darías una patada en la cabeza? -me dijo riendo burlonamente.
— Si tengo que defenderme, ¿por qué no? Es instinto humano, ¿no crees? - dije subiendo la apuesta.
— Tranquila… jajaja… que no voy a empujarte -dijo con sarcasmo. Su mirada taciturna no me generó esa tranquilidad.
— Más te vale o caes conmigo – le dije continuando lo que “quería creer” era una broma desafortunada, sin poder evitar mi mirada suspicaz.2
Seguimos adelante en el camino, dejando a un lado las bromas macabras y amenazas, hasta que llegamos a la parte más escarpada.
No soy la más hábil en estos casos, pero tengo comprobado que, si subes esos tramos corriendo, el trago es menos “amargo”. Y así lo hice.
— Uff…no sabía que estabas tan en forma, si casi es verdad que podrías haberme dado para el pelo o salir corriendo si intento hacerte algo -dijo con la respiración entrecortada.
— Hombre, claro. Yo no miento -dije en otro acto de imitación al ocho.
— Es que no sé porque hemos venido aquí y no a recoger setas, es mucho más bonito -insistió, ya en tono de decepción.
— A ver, qué quieres que te diga. No creo que sea muy prudente irme con un entero desconocido a un sitio que no conozco, totalmente desierto. Si quieres te lo vuelvo a repetir a la cara, pero si no estoy cómoda con algo, no lo hago y ya -dije seria y contundente.
🚨🚩 Insisto...
👆🏼La insistencia para que hagas algo que no quieres hacer, mala señal.
👉🏼La falta de empatía de no comprender cuando otra persona está incómoda, mala señal.
👎🏼El intento de manipulación para hacerte sentir mal por no hacer lo que la otra persona quiere, pésima señal.
Este hombre era un techado de malas señales... 😶🌫️😶🌫️😶🌫️
— Es que eres la primera persona que no confía en mí, y eso me molesta -dijo sincerándose- Nunca me había pasado. Si… soy un tío muy majo. ¿No ves que soy un tío muy majo? ¿Quién podría desconfiar de mí?
🤔 A lo mejor no es un tema de quien podría desconfiar de ti, sino de si has dado con gente prudente o no.
— Y yo no te he dicho lo contrario. Eres muy majo. Lo cortés no quita lo valiente y la prudencia es una virtud. Mujer precavida vale por dos ¿o no? - le contesté sin pensármelo.
🙃 Si. En la vida real hablo así, tres dichos del tirón. Salvo...cuando soy capaz de juntar alguno más 😉
— Pero ves -intentó hacerme razonar y llevarme a su terreno-, ahora estamos otra vez solos. Podría hacerte lo que quisiera y no se enteraría nadie.
— Hombre, gracias por el aviso. ¿Me tengo que preocupar? -dije ya en tono, más sarcástico que burlón.
🚨🚩 Que intensidad de hombre… 🙈
— No, no. Esa es la cuestión, que no lo entiendo -dijo pensando en alto.
— Mira, pues no me sentía cómoda y ya está. Más adelante, si hay ocasión ya iremos -fue mi respuesta.
— Vale. Vale. Sí, tienes razón. Ya habrá tiempo -dijo acercándose y rodeándome con su brazo en tono cariñoso.
— No me empujes eh jaja
— Qué no, qué no jaja – dijo entre risas- ¿no te ha quedado ya claro que soy un tío majo y confiable y que solo quiero conocerte?
— Bueno… ya veremos – dije sonriendo- ¿bajamos y comemos algo?
😯 Y tan ya veríamos, porque había otras sorpresillas por delante…
Mientras descendíamos el camino andado, se empezó a relajar la charla. Me caía bien, salvo las bromas macabras con las que se vino metiendo conmigo durante todo el camino, por mi desconfianza (supuestamente). Me mantuvo todo el tiempo en tensión -y mira que soy de las personas que se ríen con el humor negro, pero ese era muuuy oscuro-. No obstante, a medida que bajábamos, se fue relajando el ambiente y creo que comprendió, por fin, mi punto.
Si que era majo y gracioso.
Ocurrente, curioso, atento.
Me apetecía seguir conociéndolo.
Llegamos al aparcamiento, cogimos cada uno nuestro coche y nos fuimos a comer. Comimos tranquilos y charlamos de mil cosas. Entre risas y complicidad, nos despedimos con un beso y volvimos a quedar.
Me fui con una sensación bonita. Como os decía el jueves pasado, no buscaba nada en realidad, pero tampoco me negaba a nada; y por qué no seguir conociendo a alguien que, dejando a un lado el humor negro, parece especial, es extremadamente guapo y con quien me apetece quedar.
Y tú, ¿hubieras ido a comer después de ese fatídico paseo por el campo? ¿le hubieras mandado a que se siguiera paseando? ¿o hubieras optado por el camino de en medio?
Si tu opción es la tres, ¿Qué hubieras hecho?
🤔 Reflexión en alto
¿Se puede recuperar una cita que ha ido desastrosamente por momentos? ¿Qué opináis?
🪅 Os anticipo que hay tercera parte, y que, si lo de insinuar tirarme por un barranco os ha parecido lo peor que podría pasar, la realidad supera la ficción.
(🌩️⛈️🌫️⛈️c·o·n c·r·e·c·e·s 🌫️⛈️🌫️🌩️)
Spoiler alert: me leéis, así que no era un asesino en serie 😉 Al menos que yo sepa…
PD: si, puede que sea un poco exagerada...
PPD: me encantaría leeros especular sobre qué pasó 🙃
Si te ha gustado o has llegado hasta el final, te agradezco que me lo hagas saber con un ❤️ y si crees que alguien debe leer este artículo, no te cortes, te dejo aquí el botón de compartir.
Disclamer (como buena abogada de profesión
😉):
🥸 Cualquier parecido con la realidad, es pura coincidencia.
🦄 Peeeero, ¿Qué es ficción y qué es realidad? ¿Dónde está la línea que los separa?
🔍 Los nombres que aparezcan no serán los reales, pero puede que compartan inicial con el nombre de quien inspiró la historia (para quejas, comentarios, aclaraciones, sugerencias,… vuelva sobre los dos puntos anteriores).
¿Sabéis de dónde viene esta expresión?
“Ser más chulo que un ocho.”
Es una expresión super madrileña y muy castiza. A principios del siglo pasado, cuando aún transitaban tranvías por Madrid, el tranvía número 8 es el que llevaba a los madrileños, vestidos de chulapos y chulapas a la pradera de San Isidro, donde se celebraba - y sigue celebrándose cada 15 de mayo- el día de San Isidro labrador, patrón de Madrid. Atestado de chulapos y chulapas, nació la expresión de “ser más chulo que un 8” 🙃❤️✨
Ya voy aprendiendo a disimularlo, pero soy la típica persona a la que se le nota todo en la cara.
🤔 Quizá otra sombra o… una luz ✨
Jaja... Gracias Iván!! Ves, tu pareja vió en tí ese algo especial, a pesar de que te denomines raro jaja
Pero... Cuando me definan que es la normalidad de un forma comvincente, quizá me atreva a decir quien es raro. ¿No lo somos todos en cierto modo?
PD: Gracias! Me alegra! Super friki de los dichos y enamorada confesa de Madrid... tenía que compartirlo! 😀
Gracias de nuevo por la nota a pie de página sobre la historia de Madrid y la expresión 8.