💘Lo que aprendí usando Tinder: la del que me robó
Vale, quizá si nos ponemos técnicos no fue un robo, fue una apropiación indebida o una estafa🤔 En lo que si estaremos de acuerdo es: en la cara de estupefacción que se te queda en estos casos😅
Esta serie empezaba con una reflexión ¿existe un solo tipo de amor? 💖💕✨
¿Qué me llevó a adentrarme en este sarao? 😅
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Espero que os guste , os entretenga y sirva al debate 🎇❤️·🍿😉·🗣️📢
📝 Nota: antes de empezar…
Habéis hablado y habéis decidido (sorpresa para mí), que hablemos del que me robó (58% de los votos) en lugar del géminis (42%).
Así que, hoy jueves, día del trabajador en España, os contaré la historia de este ladrón (o caradurilla) de sonrisa blanca.
🫒La historieta:
“El que me robó” 😐😅
Soy de estudiar mi pasado y mis orígenes. Tanto soy de estudiar mi pasado y mis orígenes que hubo un tiempo en que me obsesioné en que quizá debería probar a conocer hombres jienenses.
No sé si lo habré dicho o no, pero el caso es que mi madre es de Jaén y cada vez que hacía match con un oriundo del lugar me hacía una extraña ilusión, en plan… “Uy…¿te imaginas que el hombre de mi vida es de Jaén, como mi madre?
Con esta convicción en mente conocí a este buen señor. Vamos a llamarlo “Pablo” por ponerle un nombre pintón.
¿Os digo la verdad? No me acuerdo en absoluto de su nombre, se ha quedado con el que me robó, el caradura, el “cucha” el de Jaén.
Por cierto, “cucha” es una expresión muy de Jaén o, al menos, muy de mi abuela jienense.
Estuvimos chateando varios días. Fue una conversación normal, animadilla. Lo bastante entretenida como para sostenerla en persona -siempre es más fácil sostener una conversación en persona-, pero tampoco era un super match de “este hombre me va a encantar” 😍
Era más bien un “bueno, vamos a hacer aparición. A ver qué pasa.”
📒 Nota: la vida es corta, si no te entusiasma, mejor no quedes con esa persona 😐
¿Y qué ocurrió cuando nos vimos las caras en persona?
Pues ocurrió lo que era de esperar, que si no me entusiasmó chateando (por mucho que fuera de Jaén), tampoco lo hizo en persona.
Ayyy…¡Dios mío! Las que nos guiamos por las señales del Universo que nosotras mismas fabricamos...
Véase: si es de Jaén y mi madre es de Jaén, debe ser para mí.1
Quedamos en frente del Congreso de los Diputados, en la carrera de San Jerónimo, y nos dirigimos andando por la callejuela del Duque de Medinaceli hacia nuestra primera parada: la Taberna la Dolores, una taberna muy castiza frente a la Basílica de Jesús de Medinaceli, donde nos tomamos nuestra primera caña.
Si sois de Madrid o estáis familiarizados con la zona, sabréis que había poco espacio para realizar una gran metedura de pata apoteósica, pero el chaval era habilidoso.
Recuerdo que en ese breve trayecto, a parte de saludarnos y esos qué tales nerviosos iniciales, se hizo una de las preguntas de rigor cuando estás en Tinder.
— ¿Y tú qué buscas? -me pregunto Pablo.
— Conocer gente y ver qué pasa - dije yo- lo sé, es ambiguo, pero no conecto con la idea de “buscar”, prefiero hablar mejor de estar abierta a conocer y encontrar a alguien, que de buscar. ¿No te parece desesperado utilizar la palabra buscar?2
— Bueno, ¿buscar? ¿encontrar? ¿Qué más da? ¿No es lo mismo? -replicó.
— Pues no, porque buscar sugiere “necesidad”, como si te faltase algo o estuvieras incompleto y por eso “buscases”. Encontrar significa que estás encantada de la vida, pero que no te importa dejarte sorprender por una persona que te pueda aportar cosas nuevas y de cuya compañía disfrutes mucho.
— Bueno, podría ser - dijo poco convencido.
— Y tú ¿Qué buscas o quieres encontrar? -intenté reavivar la conversación.
— Pues una esposa, porque todos mis amigos se están casando y teniendo hijos y me aburro. Es lo que nos toca, ¿no?
— No tiene por qué, si tu no estás convencido y no es lo que quieres, tampoco tienes porque casarte y tener hijos, si te apetece otra cosa.
— Vamos teniendo una edad, ¿no? -dijo por inercia, más que por convencimiento- a partir de los 30, te casas, no hay más. Además, no quiero quedarme toda la vida solo.
— Claro, en tu caso es muy fácil, porque hay un estudio que dice que los hombres que se casan viven más -dije intentando quitar hierro al asunto.
— ¿No me digas? -dijo con asombro.
— Si, señor. Y que las mujeres que se casan viven menos - añadí- así que supongo que casaros es bueno para vosotros y malo para nosotras jaja.
— Pues mejor me lo pones -dijo animándose- ¡casémonos!
— ¿Y no te importa que muera antes? -dije fingiendo tristeza, con voz infantil- Pensaba que te había caído bien.
— Si, si. Si me has caído estupendamente, pero para morirme antes yo, que te mueras tú.
Chan, chan, chan, chan, … chan, chan, chan, chan… (intento tararear por escrito una marcha nupcial).
Y así se conocieron, se casaron y vivieron felices...
🚨🚩 Creo que hay cosas que, aunque se piensen, es mejor no decirlas...😅
¿En serio, en que Universo se creía Pablete que decir que prefiere que me muera antes que él es bonito, atractivo o que voy a caer rendida a sus pies porque me desee una muerte prematura?
Esta lindeza me la soltó nuestro Pablo, antes si quiera de haber llegado al primer bar. Supongo que con una cervecita fría, ese golpe se hubiera amortiguado, pero no hizo sino dar comienzo a una cita curiosa.
Llegamos al bar y pedimos dos cañas, me insistió muchísimo en que el se haría cargo de esta primera ronda y que no aceptaría un no por respuesta.
Después de la “lindeza” y de mi cara de póker tras oírla, imaginé que quería, en cierto modo, disculparse por tan romántico comentario.
🚨🚩 No imaginaba yo en ese momento el motivo de tanta insistencia😅
Estuvimos charlando de Jaén, de nuestras familias, del origen de mi madre, mi abuela, mi abuelo y de cosas curiosas que se dicen allí y no en otras partes de España, hablamos de los temas de rigor como el trabajo, lo caro que es alquilar o comprar en Madrid, cuanto tiempo llevábamos en la app y alguna anécdota reciente.
Parecía que la cosa iba remontando.
Hasta que le llamó su madre.
— Discúlpame, tengo que cogerlo -dijo al segundo tono- es mi madre y si no contesto rápido se pone histérica.
Yo tengo una relación muy estrecha con mi madre y con mi hermana, así que, tampoco lo vi como algo malo del todo, aunque a menos que insistan muchísimo llamando (señal de algo grave), no contestaría una llamada en plena cita o en una reunión con amigos.
Pablo se apartó un poco, pero la distancia a la mesa en la que estábamos no fue suficiente para amortiguar las voces que salían por el auricular.
— Pues me da igual, te sientas y la conquistas. Se ve una buena chica y tu no estás para remilgos, que estás cerca de los 35.
— ¡Mamá! ¡Mamá! - le oí decir con insistencia.
Acto seguido volvió a la mesa donde estábamos.
— Mi madre… es muy pesada. Quiere saber cómo va la cosa, está obsesionada con que me tengo que casar ya y darle nietos. A propósito de lo cual, ¿tú quieres tener hijos?
— Con la persona adecuada, si los tendría. Lo que tengo claro es que no los tendría con cualquiera solo por el hecho de ser madre, para eso prefiero adoptar o ser madre soltera. Que el niño es para toda la vida, pero el padre… también.
— Tienes toda la razón. Una vez te casas, no puedes divorciarte nunca, menos, si tienes hijos.
— Bueno, eso tiene sus matices ¿si luego resulta que te llevas a matar? ¿o que la otra persona te trata mal? ¿o que, simplemente, dejáis de quereros? ¿o te engaña? ¿o cambia o cambias tu y ya no os soportáis? ¿Te quedarías toda la vida con esa persona?
— Claro que sí. Como manda Dios - dijo ofuscado- dile tu a mi madre que me divorcio. Me apedrea. De hecho hemos seleccionado tu perfil cuidadosamente.
🚨🚩 Madre mía...debería haber corrido en ese momento, ¿verdad?😨😱
No sé que me asustó más, su opinión sobre el divorcio o los motivos para no divorciarse, que seleccionara mi perfil con su madre, que su madre tutorizase sus citas o que sólo quisiera conocer a alguien porque el tiempo mandaba que era el momento de casarse y tener hijos. Y... porque su madre quería nietos ya.
Nada en contra de casarse y tener hijos, para nada. En parejas que funcionan y se quieren es maravilloso, pero forzar la situación, no me parece el mejor comienzo.
— ¿Pedimos la cuenta? - fue mi respuesta.
— Vale, vale. Pero yo te invito a esta y tu a mi a la siguiente- dijo animado.
¿A caso el creería que estaba yendo bien la cosa como para tomar otra? 🤔
— Bueno, vale. Damos un paseo y vemos donde nos apetece parar, pero después me voy, que mañana madrugo. Algo super rápido.
— De acuerdo. Yo me lo estoy pasando muy bien - me sonrió forzadamente.
Si, efectivamente, lo creía. No parecía leer muy bien mis caras y mi prisa. Y, además, estaba intentando hacerlo bien para no sufrir la furia de su madre.
Seguimos paseando calle Huertas para arriba sin encontrar una sola terracita abierta, nos dirigimos a la plazoleta de Matute. Tampoco había huecos libres. Nos dispusimos a meternos por otra callejuela sin encontrar una sola mesa dentro o fuera donde sentarnos. Hasta que vimos un local abierto, de pinta regular que solo tenía mesas preparadas para cenar.
— Cenamos ¿no? ¡Tengo hambre! -dijo mirándome con ojos preguntones.
— Yo no tengo mucha hambre, son sólo las 7. ¿De verdad quieres comer? -dije entre intrigada y sorprendida.
— Si, si. Yo tengo mucha hambre -sentenció.
— Bueno, tenía tiempo para otra cañita, pero supongo que podemos cenar algo rapidito.
Nos sentamos y empezamos a mirar la carta. En apenas dos segundos el tenía elegido lo que iba a tomar, cómo si hubiera seleccionado el sitio y el menú con antelación.
— Yo me voy a pedir coliflor asada con bechamel, de primero, y este pollo al curry, de segundo - dijo- ¿tú que te vas a pedir?
— Yo pensaba que íbamos a compartir algo pequeño para los dos, como te he dicho, mañana madrugo y como hemos dicho cena rápida, lo daba por hecho. Tampoco quiero llegar muy tarde -añadí.
— No pasa nada, yo como muuuy rápido. No hace falta ni que pidas nada. A mi no me importa. Estoy acostumbrado a comer mientras me miran, es que ¡no coméis nada por no engordar! -dijo convencidísimo.
Pidió Pablo su coliflor y su pollo al curry y no quiso renunciar a su postre.
Se lo comió todo disfrutándolo. Con gusto. Regodeándose en cada bocado y sabor, pero sin perder comba. En menos de 25 minutos ya había cenado.
Pidió la cuenta amablemente, que el camarero dejó frente a sus ojos. Sin realizar cualquier señal de duda. Como si fuera costumbre, le dijo al camarero en un tono más alegre de lo normal:
— No, no. Déjeselo a la señorita, que hemos quedado que a la primera invitaba yo y a la siguiente ella.
Y así, con ojos estupefactos y con la falta de picardía que en ese momento me caracterizaba es como le pagué la cena a mi potencial esposo por las dos horas que duró la cita.
No sabría como contener la ira de su madre, pero de ahorro para pagar su caro alquiler en el barrio de Retiro, sabía un rato. Y sin privarse de cenar fuera un solo día…
Hoy esto no me hubiera pasado.
Pero si no me hubiera pasado ese día y no me hubiera quedado oji-plática perdida, quizá sí me pasaría.
No… no me hubiera pasado. No hay manera 🤣
📒 Como decía mi padre, "Viviendo y aprendiendo" 😆
✨✨✅Lo que aprendí👩🏻🎓✌🏻:
1️⃣🗝️No todas las señales merecen ser tenidas en cuenta. Menos, si las fabricas tu misma 😉
2️⃣🗝️Si no te apetece de inicio quedar con esa persona, no quedes. Es tu tiempo, es su tiempo. Y vale oro. El tiempo no se recupera. Procura emplearlo con quien de verdad te merezca la pena.
3️⃣🗝️Si no puede dedicarte su atención ni durante una hora cuando no te conoce y pretende gustarte, qué hará cuando te tenga confianza.
Coger una llamada que no es urgente en la primera cita, con sus matices, es una señal que merece la pena no ignorar.
4️⃣🗝️Está bien tener una relación estrecha con tu madre, pero escoger tus citas con ella y darle parte a los diez minutos de conocer esa persona, quizá es un “pelín” excesivo.3
Me encanta que una persona quiera casarse y montar una familia, pero creo que el motivo debe ser que es lo que a esa persona le pide el cuerpo, no porque lo haga su entorno y se aburra o porque su madre le presione.
5️⃣🗝️ Para cara dura yo. Si el tío es un caradura, sé una caradura.
Spoiler alert: no estarás siendo caradura, sólo evitando que se aprovechen de tu buena voluntad.
📒 Si tu cuerpo te dice no desde el principio, no dudes, hazle caso a tu instinto.
Como diría Agatha Christie "Instinct is a marvelous thing. It can neither be explained nor ignored."
Y tú, ¿En qué momento exacto habrías huido? ¿Ves señales o fabricas señales? ¿Le haces caso a tu instinto?
Si te ha gustado o has llegado hasta el final, te agradezco que me lo hagas saber con un ❤️ y si crees que alguien debe leer este artículo, no te cortes, te dejo aquí el botón de compartir.
Disclamer (como buena abogada de profesión
😉):
🥸 Cualquier parecido con la realidad, es pura coincidencia.
🦄 Peeeero, ¿Qué es ficción y qué es realidad? ¿Dónde está la línea que los separa?
🔍 Los nombres que aparezcan no serán los reales, pero puede que compartan inicial con el nombre de quien inspiró la historia (para quejas, comentarios, aclaraciones, sugerencias,… vuelva sobre los dos puntos anteriores).
Ya os contaré algún día la historia de ese otro “loco” de Jaén con el que acabé quedando en mi época de conocer jienenses 🤣
Y si, si te estás planteando si es exageración, la palabra es “L·O·C·O.”
Mis disculpas a quienes les guste la palabra “buscar”. Al final, son expresiones y cada uno tiene sus gustos.
A mi criterio, que a lo mejor a otras personas le parece de lo más adorable.
Justo Marga. A veces es necesario ser bordes jaja... Como me cuesta justo por ese sentimiento de educación mal entendido jaja
Jajajaja, no extraña que te quedaras ojiplatica ¡Menudo jeta! Hay muchas enseñanzas en esa cita, todas las que tú señalas y, según lo veo yo si hubiera estado en tu situación, la de no querer ponernos desagradables (bordes) por un estraño sentimiento de educación o pudor ¡Cuándo justo eso es lo que toca!