Siento que has descrito con precisión ese momento en que el cuerpo susurra… y una insiste en taparse los oídos. Qué desafío es, en esta cultura de la urgencia, hacerle sitio a la pausa sin convertirla en otro ítem de la lista. Parece sencillo, pero no lo es.
La manera en que narras ese vaivén entre el impulso de seguir y la necesidad de parar me resulta tan cercana que podría haberlo escrito cualquiera de nosotros, en esos días en los que el silencio se vuelve el verdadero lujo. Y sin embargo, ahí está: ese alivio secreto cuando un plan se cancela, como si alguien –sabio y antiguo– hubiese pulsado el freno por nosotras.
Me gusta imaginar ese domingo tuyo como un manifiesto suave: mirar al vacío, escuchar el zumbido de los pensamientos cuando se van apagando, dejarse cuidar por un libro, por el agua, por el sol. Son gestos pequeños que, sin aspavientos, devuelven el equilibrio.
No creo que tengamos miedo al aburrimiento, sino a lo que se desvela cuando ya no hay nada que hacer, solo estar. Pero a veces, justo ahí, en lo que no hacemos, empieza a asomar lo que de verdad importa.
Gracias por recordarlo sin necesidad de decirlo alto. Me quedo con esa imagen tuya: pies sobre la mesa, brisa en la cara, y la libreta abierta. No hace falta más.
Gracias Pedro por tus comentarios siempre llenos de belleza y de verdad, de calma y de observación consciente. Vivimos rodeados de ruido y ese silencio sí que es el verdadero lujo, para escucharnos, para comprendernos, para darnos lo que necesitamos y, también, para dejar que los pensamientos se apaguen y dejarnos sorprender por lo que despierta en nosotros ese "no hacer." Un abrazo de domingo en calma 🍃
Yo también he caído en la trampa de hacer cosas continuamente porque si, de mantenerme ocupada... pero hace un par de años empecé a rebelarme y busco procastinar, hacer la vaga, tomarme mi tiempo. Ahora mismo necesito desconectar, mi cuerpo y mi cabeza lo pide
“Tiempo de vagar”, me encanta! Qué cierto es eso de que estamos súper alineadas este finde, y qué importante hablar sobre esa manía de llenarnos la agenda de loquesea. Brindo por más pausas conscientes!! 🥂
Guárdatelo Norka, porque son revulsivo de paz y tranquilidad, de conexión y cultivo de ideas certeras al rebujo de nuestra creatividad dormida en la prisa.
A veces estar quieta un rato es la mejor garantía para avanzar ✨✨✨
Siento que has descrito con precisión ese momento en que el cuerpo susurra… y una insiste en taparse los oídos. Qué desafío es, en esta cultura de la urgencia, hacerle sitio a la pausa sin convertirla en otro ítem de la lista. Parece sencillo, pero no lo es.
La manera en que narras ese vaivén entre el impulso de seguir y la necesidad de parar me resulta tan cercana que podría haberlo escrito cualquiera de nosotros, en esos días en los que el silencio se vuelve el verdadero lujo. Y sin embargo, ahí está: ese alivio secreto cuando un plan se cancela, como si alguien –sabio y antiguo– hubiese pulsado el freno por nosotras.
Me gusta imaginar ese domingo tuyo como un manifiesto suave: mirar al vacío, escuchar el zumbido de los pensamientos cuando se van apagando, dejarse cuidar por un libro, por el agua, por el sol. Son gestos pequeños que, sin aspavientos, devuelven el equilibrio.
No creo que tengamos miedo al aburrimiento, sino a lo que se desvela cuando ya no hay nada que hacer, solo estar. Pero a veces, justo ahí, en lo que no hacemos, empieza a asomar lo que de verdad importa.
Gracias por recordarlo sin necesidad de decirlo alto. Me quedo con esa imagen tuya: pies sobre la mesa, brisa en la cara, y la libreta abierta. No hace falta más.
Un abrazo que no empuja, acompaña.
Gracias Pedro por tus comentarios siempre llenos de belleza y de verdad, de calma y de observación consciente. Vivimos rodeados de ruido y ese silencio sí que es el verdadero lujo, para escucharnos, para comprendernos, para darnos lo que necesitamos y, también, para dejar que los pensamientos se apaguen y dejarnos sorprender por lo que despierta en nosotros ese "no hacer." Un abrazo de domingo en calma 🍃
Sabía que iba a ser buenísimo. Um coraçao puesto 🙃🤣
Gracias coraçao por tu coraçao jaja... Y muchas gracias por ese "sabía que iba a ser buenísimo", como se nota que controlas de tarot 🙃😉
En tu caso es fácil, ahí si que es intuición pura y dura, sin arcanos :DDD😊
Qué me sonrojas Sergio!! Jaja
Yo también he caído en la trampa de hacer cosas continuamente porque si, de mantenerme ocupada... pero hace un par de años empecé a rebelarme y busco procastinar, hacer la vaga, tomarme mi tiempo. Ahora mismo necesito desconectar, mi cuerpo y mi cabeza lo pide
Qué sabia Van... hay que escucharse y tu ya llevas dos años de delantera en esa tarea de no caer en la hiper ocupación sin sentido.
Se nota en tus escritos ✨✨✨
“Tiempo de vagar”, me encanta! Qué cierto es eso de que estamos súper alineadas este finde, y qué importante hablar sobre esa manía de llenarnos la agenda de loquesea. Brindo por más pausas conscientes!! 🥂
Mi Padre, que era hombre sabio donde los haya jaja
He leído tu post esta mañana y he dicho "conectadas" ✨✨✨
Brindemos por ellas, porque solo traen cosas buenas!!
Que así sea!! 🤍🤍
(Muyyy sabio tu padre, sí, sí)
Un abrazo pausado! Jajaj
Uf, qué bien dicho eso de las pausas consentidas. Me lo guardo.
A veces avanzar empieza por quedarnos quieta un rato 🌿
Guárdatelo Norka, porque son revulsivo de paz y tranquilidad, de conexión y cultivo de ideas certeras al rebujo de nuestra creatividad dormida en la prisa.
A veces estar quieta un rato es la mejor garantía para avanzar ✨✨✨