💘Lo que aprendí usando Tinder: a veces, la cabrona eres tu II
Tal como lo lees, apareció mi sombra...😶🌫️😶🌫️😶🌫️
Esta serie empezaba con una reflexión ¿existe un solo tipo de amor? 💖💕✨
¿Qué me llevó a adentrarme en este sarao? 😅
Puedes leer los anteriores capítulos
➡️✨💘 aquí 💘✨⬅️
Acompáñame en mi primera serie de substack 💖 🙃
Espero que os guste , os entretenga y sirva al debate 🎇❤️·🍿😉·🗣️📢
Si leíste el post del jueves pasado, esta historia es un tanto diferente.
Si no lo leíste, estás tardando en leerlo para captar toda la historia (si no, no lo vas a hacer). Te dejo aquí el enlace para que lo leas -o releas, si no te acuerdas- 😉
Esta historia sigue con la perspectiva de Moisés…
💘Lo que Moisés aprendió usando Tinder: ¿Dónde está mi Isabel, que me la han “cambiaó”?
A pesar de la facilidad con que se dieron nuestras dos primeras citas, nos estaba siendo imposible coordinarnos para vernos una tercera, pero seguíamos hablando casi a diario y contándonos mil cosas al día. No sé qué le pasaba, pero me daba la impresión de que me estaba dando largas1, no obstante, yo quería ver donde nos llevaba esa conexión.
Por fin quedamos un viernes. Pensé que sería un bonito detalle ir a cenar sushi -pues le encantaba-. A pesar de mi esfuerzo de comer atún crudo -“¿dios, por qué?”-, no veía que estuviera muy conforme con el plan, ni mucho menos agradecida…
Comimos por el centro. Fuera de mi esfuerzo titánico por comer algo que no me gustaba, la conversación fue normal. Parecía distraída, como si no estuviera del todo conmigo en la cita; más pendiente, por momentos, del móvil que de nuestra charla, aunque tuvimos algún que otro buen momento.
La acerqué después de cenar al lugar donde había aparcado, también, quizá, por pasar un rato más juntos. De camino y, a pesar de que, en la cena, no hubo tanta conexión como al principio, seguía habiendo algo. Era como si quisiera marcar distancia. Como si estuviera oponiendo algún tipo de resistencia a esto que era claro que ambos sentíamos.
Al llegar, le entregué los dos mangos orgánicos que le había traído de regalo -después de tanto hablar de las frutas que traemos…-, le debía esos dos mangos.
Pareció quedarse desarmada. Y volví a ver esos ojos de la primera tarde y de nuestro paseo por el Retiro. Volvimos al momento de ese abrazo cuyos segundos parecieron minutos enteros.
Estuvimos hablando un buen rato más antes de que se subiera a su coche. Era como en los dos primeros días, como si no quisiera irse. No obstante, no pudimos estirar más la conversación y llegó el momento de despedirse.
No encontraba las palabras para retenerla, aunque fuese, un ratito más… Nos despedimos con dos besos. Aunque yo quería besarla. No me atreví. La frialdad de la primera parte de nuestra noche, me hizo ser cauto. Quizá la próxima vez…
Cuando llegué a casa no pude evitar enviarle un mensaje, había algo que me reconcomía por dentro. Tuve que preguntarle...
📱 Ya he llegado, pero no puedo parar de preguntarme, qué hubiera pasado si te hubiera pedido un beso.
A penas tardó un segundo en contestarme.
📱Los besos no se piden, se dan.
Espero que descanses, me lo he pasado muy bien.
Gracias por comer atún crudo, a pesar de tus caras jaja
De verdad... podemos encontrar algo que nos guste a los dos y tú también disfrutes, ¡¡lo he pasado mal por ti!!
¡¡¡Y gracias, gracias, gracias por los mangos!!! 😊😊😊 En cuanto los pruebe, te digo. 📱
Volvía a estar tan simpática como siempre, pero no me había contestado…
¿Qué hubiera pasado si te hubiera pedido un beso?
Quería volver a quedar, quizá era yo el que estaba raro porque quería besarla y no me atreví y no tenía nada que ver con ella. No lo sé. Quizás.
Seguimos intercambiando mensajes, pero cada vez tardaba más en contestarme y me daba menos conversación. Nunca podía hablar. Creo que la había incomodado con mi pregunta.
La cuarta vez se hizo esperar. Definitivamente, me estaba poniendo trabas para quedar. No entendía que le pasaba si nos lo pasábamos tan bien, pero ella me encantaba y sé que yo a ella también.
Me saludó mucho más efusiva y cercana que la noche del atún, habían pasado al menos 3 semanas, pero era como si nos hubiésemos visto el día anterior.
Mientras paseábamos charlando afablemente por el Paseo del Prado, me dijo algo que hizo saltar mis alarmas:
— Claro. Es que yo veo esto de las apps como una forma de conocer gente interesante. Mira nosotros, que bien nos lo pasamos.
Lo que pasa es que la gente está obsesionada con ligar y no todo tiene que ir con esa finalidad, puedes simplemente disfrutar de la compañía de esa persona y hacer muy buenos amigos.
¿Amigos? 🙄 🚨🙄 🚨🙄 🚨 ¿Amigos?
Intenté reconducir la conversación como pude, pero me había dejado planchado. Yo ahí notaba un “algo más que amigos”. Era evidente.
Pasé la tarde entera con esa conversación dando vueltas en mi cabeza.
Me lo pasé bien con ella. Como siempre. Pero, algo era distinto. Algo se había enfriado entre los dos. No era lo mismo.
Tonteaba conmigo claramente, pero luego me llamaba amigo. ¿Qué tipo de amigo quería tener en mí? No entendía nada.
Después de ese día, ya no me escribía. Sólo hablábamos si yo empezaba la conversación. Creo que estaba perdiendo el interés. No podía entender qué había ocurrido.
Quedamos una quinta vez, pero la forma en que se despidió de mi lo dijo todo.
“Espero que te vaya todo muy bien y me ha encantado conocerte.”
No la volví a escribir más y ella a mí, tampoco. Nunca supe más de ella.
Si has contestado, “tengo mi propia teoría”, “the floor is yours”, cuéntanoslo en comentarios 😉
Me encantaría saber tú opinión 🙃❤️ o, si te apetece, que compartas tu experiencia (quizá a alguien le ayude leerla), y si te ha gustado, déjame un coraçao ❤️ me ayuda a saber que voy por buen camino.
Disclamer (como buena abogada de profesión
😉):
🥸 Cualquier parecido con la realidad, es pura coincidencia.
🦄 Peeeero, ¿Qué es ficción y qué es realidad? ¿Dónde está la línea que los separa?
🔍 Los nombres que aparezcan no serán los reales, pero puede que compartan inicial con el nombre de quien inspiró la historia (para quejas, comentarios, aclaraciones, sugerencias,… vuelva sobre los dos puntos anteriores).
Licencia que parafrasea la expresión heredada de mi abuela “Este no es mi Juan, que me lo han cambiao’.”
Expresa justo eso, cambios bruscos en el comportamiento o forma de ser de una persona, que la hacen parecer otra totalmente diferente.
NOOOOOOOOO, MOISÉSS!!!!!
De leyenda a pagafantas :(
Para mí es pérdida de interés. Y claramente ella debió decirlo, para no quedar más veces y hacer ilusionar a una persona. Yo también he pasado por ese proceso, alguno de forma natural se ha dado a ser amigos , otros han sido palabras... pero para ser amigos, también hay que tener interés, ella tampoco lo tenia